Vulnerable

Soy vulnerable.

Para qué voy a andarme con rodeos.

Vulnerable no es débil, supongo que lo sabes. 

Yo me lo repito cada día, y últimamente a cada rato, para que no se me olvide.

Dice Brené Brown que sólo quien acepta su vulnerabilidad vive con sentido pleno.

El resto, como tú, y como yo, pasamos sobre la experiencia a toda prisa hasta que nos llegue la hora de la felicidad.

Y si no llega nunca?

Cuánto nos cuesta asimilar que estamos equivocados.

Y que somos imperfectos.

Me cuesta aceptar que sólo tengo mis manos, y el color de unos ojos que cambiaría por verdes.

Aceptar que he llegado hasta aquí y que he dado más que he recibido por miedo a no ser nadie.

Y que nadie soy después de todo.

Qué difícil asumir que ese trato que hiciste nunca fue cumplido por ambas partes.

O que nunca más va a llamar.

O que tus padres no supieron hacerlo mejor.

O que te equivocaste al elegir carrera, o casa, o novio.

Soy vulnerable.

Quiero ser vulnerable.

Cada palabra que escribo va por delante de lo que seré, como una profecía que se acaba cumpliendo y que yo materializo en palabra escrita y con el tiempo, en acto.

Quiero ser vulnerable porque sólo quienes lo son pueden atreverse con todo.

Y llaman por teléfono.

Y se arriesgan al no.

Y dicen primero Te quiero.

Y reconocen el animal herido en las personas agresivas y envidiosas, y saben que es este miedo el que ataca gratuitamente.

Tú estás siendo vulnerable para estar viva.

Para sentir, recoger los pedazos, amasarlos de nuevo y recomponerte una silueta nueva cada amanecer, cuando el café aún humea, y la gata se despereza.

Nos encontraremos en la calle, o en una exposición, o en el teatro, o bajo las sábanas.

Y te contaré mi secreto.

Uno que habla de tener coraje.

Y pondré el contador a cero para comprobar cuánto tardas en salir huyendo.

Porque la vulnerabilidad ajena jode, jode mucho.

Yo misma he huido otra veces.

Ahora no.

Ahora me planto y digo: mira.

Soy vulnerable, no débil.

Si no lo fuera, si la mentira no me afectase, si el dolor no se hiciera mío, si la deslealtad no me importara no escribiría como escribo, con verdad.

Con una verdad arrancada de raíz, de mí a ti.

No existiría la conexión.

Para eso estamos aquí, para conectarnos.

Si no fuera vulnerable no podría amarte.

Ni permitir que me amaras. 

Y la palabra AMOR se borraría de los libros.

¿Imaginas el desastre?

Brené Brown, el poder de la vulnerabilidad

 

2 comentarios sobre “Vulnerable

  1. Ouerida, Laura:
    ¿Podria usar tu texto en una clase con mis alumnxs de teatro?
    Me calma mucho esa reflexión que nos haces sobre la vulnerabilidad…

    Me gusta

Deja un comentario